16 de septiembre de 2008

Comunicado del Frente Progresista y Popular


Bolivia nos convoca.

El destino de Bolivia hoy es el destino de Latinoamérica toda; el de la posibilidad de realizar su proyecto, políticamente soberano, que involucre un desarrollo económico y social centrado en sus propias necesidades y decisiones.

En esta búsqueda, la llegada de Evo Morales al gobierno, ha marcado, en la historia de ese país hermano, la hora de la reparación de las injusticias, poniendo en el centro de la escena a los sectores sociales más postergados, llevando adelante una política de inclusión destinada a quienes, desde siempre, han sido negados, en su identidad y en sus tradiciones.

Recordemos, se trata de un gobierno que ha sido elegido por el 53.0% de los votos, hecho único en la historia de Bolivia, cuyos presidentes nunca alcanzaron tal representatividad; y que se ha sometido recientemente a un nuevo veredicto de la ciudadanía, en un plebiscito en el que obtuvo casi el 70.0% de los sufragios, convalidando así su popularidad, revalidando el curso de su programa.

Y es ahora, de la mano de ese programa, cuando se procura la reforma la Constitución, poniéndola a tono con las necesidades de su pueblo y con los impulsos que cobra la política regional.

Frente a ello, hay una reacción que muestra su rostro más violento e ilegítimo.

Vemos, entonces, retornar los peores recuerdos de la historia latinoamericana: los intentos de fragmentar la nación, el accionar de grupos reaccionarios que desatan la violencia provocando el desorden y haciendo blanco en quienes defienden la legalidad de un gobierno consagrado por el voto popular y que refrendado mayoritariamente, y que llevan a cabo actos de sabotaje en sus instalaciones productivas más estratégicas, generando el ambiente político propicio para un quiebre institucional.

Ante esto, no podemos permanecer ajenos. Las fuerzas democráticas y progresistas de la región deben expresar su posición claramente, manifestando que la lucha del pueblo boliviano nos incumbe, que se trata de la defensa de una democracia popular, de signo indigenista, porque esta es la identidad de la mayoría de la sociedad, la cual ha sido racialmente discriminada y culturalmente negada.

Se trata, para nosotros, de defender la integridad territorial de esa nación, porque la balcanización, la fragmentación arbitraria de las naciones, ha sido la estrategia más deplorable y constante de los imperios de turno, de la cual la división política de América muestra sus efectos. Estrategia que, para cumplirse, debe contar con el apoyo interno de quienes defienden los privilegios de unos pocos.

Pues por todo ello Bolivia nos incumbe: porque se trata de defender un gobierno que es la única garantía de una democracia legítima, con justicia social, de unidad nacional, capaz de impulsar la integración latinoamericana.

Es por eso que el Frente Progresista y Popular expresa su más enérgico apoyo al gobierno democrático del presidente Evo Morales, el rechazo a la violencia reaccionaria de los grupos que viéndose desplazados de su posición dominante no dudan en sembrar el terror y el desorden para –a través de la autonomía– conservar sus privilegios, y el repudio a la injerencia extranjera que agita y apoya el accionar de estos grupos para condicionar la soberanía de la nación.

FRENTE PROGRESISTA Y POPULAR
Fuente: anibalibarra.org.ar